Después de una temporada de descanso como la que solemos tener en verano, hay que ponerse de nuevo en forma. Tan saludable es descansar como recuperar una rutina de ejercicios que nos permita, durante todo el año, mantener de la mejor manera posible nuestros músculos y articulaciones.
Para empezar, hay que tener claro que, sea cual sea nuestro nivel, no podemos volver a hacer ejercicio con la misma intensidad que cuando acabamos la temporada. Hay que mentalizarse que la “operación retorno” necesita su tiempo para que todo funcione correctamente. Los que estaban más en forma necesitarán menos horas para recuperarla, pero lo importante es que el entreno sea progresivo y adaptado a la edad y condición física de cada persona. ¡Nada de prisas!
Si estirar y hacer calentamientos es siempre importante, después de un tiempo de inactividad es absolutamente imprescindible. Los músculos deben recuperar la tonicidad poco a poco y las articulaciones, su grado óptimo de temperatura y lubricación. No olvidemos que si no se ha calentado correctamente, el riesgo de lesiones musculares y articulares aumenta de forma considerable.
Tal vez sea el momento de incorporar a la dieta un complemento a base de colágeno, una proteína esencial para el funcionamiento de las articulaciones que, con la edad, se va perdiendo de manera natural.
En cuanto a la motivación, existen algunos trucos para evitar abandonos y conseguir que el ejercicio se vuelva a convertir en hábito: marcarse una meta realista y a corto plazo, apuntar los logros para ver cómo se va progresando y buscar compañía durante los primeros días; en grupo o en pareja la actividad física motiva mucho más y resulta muy agradable.
¡Feliz vuelta a la actividad!
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