¿Te imaginas un invierno sin resfriados? ¿O con menos resfriados y más llevaderos? Pues podemos intentar lograrlo prestando atención a la cesta de la compra.
Sí, ya que es importante saber que los nutrientes que aportan algunos alimentos tienen propiedades beneficiosas para la salud de las defensas, por lo que no deberían faltar en tu mesa durante los meses de más frío.
La fruta y la verdura, en general, aportan las vitaminas y minerales que nos hacen más resistentes frente a todo tipo de microbios. Pero vale la pena prestar especial atención a las frutas ricas en vitamina C ya que ésta nos ayuda a mantener nuestras defensas naturales. Procura que no falten naranjas, kiwis, mandarinas, pomelos, limones, granadas… Hay opciones para todos los gustos y para preparar de muchas maneras.
Algunas “verduras y hortalizas como la col, la coliflor, la remolacha, los rábanos y los berros poseen virtudes antitusivas y mucolíticas que nos pueden ayudar en caso de resfriado. ¿Una idea? Pues una ensalada de berros, con rábanos de invierno, unas rodajas de naranja, granada y frutos secos.
Legumbres, dos veces por semana. Son ricas en antioxidantes y también contribuyen a fortalecer el sistema inmune gracias a los nutrientes que aportan (zinc, magnesio, hierro, potasio, cobre… ).¡Aprovechemos el invierno! Es la época en la que más apetecen los potajes de lentejas, garbanzos o judías.
Ajo, cebolla y plantas aromáticas. El ajo ayuda a aumentar las defensas y la cebolla es buena contra las infecciones de la garganta. También tienen propiedades el perejil, el laurel, el romero, el jengibre y otros condimentos naturales con los que puedes preparar deliciosas recetas.
Yogur. Si se desequilibra la flora intestinal, se puede resentir todo el sistema inmune. Así que procura incluir yogures en tus menús. Te ayudará a mantener la flora intestinal en plena forma y las defensas siempre a punto.
Y agua, naturalmente. Beber 2 litros de líquido al día, entre otros múltiples beneficios, sirve para mantener la correcta hidratación de la mucosa respiratoria y protegerla así de las infecciones.
Ya ves. Una alimentación equilibrada y variada también nos permite reducir considerablemente el riesgo de resfriarnos. Y es que comer con inteligencia tiene estas ventajas.
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