Las piernas son el punto de apoyo de todo nuestro cuerpo y si no las cuidamos, sentiremos un gran malestar y veremos nuestra calidad de vida limitada. Es muy habitual entre la población tener el síndrome de piernas cansadas: una enfermedad vascular que afecta en torno al 20 o al 30% de la población adulta en nuestro país, sobre todo a mujeres mayores de 50 años.
El síndrome aparece en personas que pasan muchas horas de pie o sentadas, que tengan una vida sedentaria, una mala alimentación o simplemente porque su genética así lo ha decidido. Cuando el retorno venoso de las piernas es insuficiente, la sangre se estanca y esto provoca que se dilate la vena, se filtren líquidos en los tejidos y aparezcan los síntomas de hinchazón, pesadez, dolor, cansancio, edemas, calambres musculares, hormigueo, picor, adormecimiento de las piernas, agujetas y, por último, varices, dando lugar a la insuficiencia venosa crónica (IVC).
¡Pero no te alarmes! El síndrome de piernas cansadas se puede neutralizar realizando una serie de rutinas. Y además puede estar aconsejado combinarlo con la ingesta del complemento alimenticio Aquilea Piernas Ligeras que contiene Rusco ayuda a revitalizar, refrescar y aporta sensación de ligereza en las piernas y el Castaño de Indias que ayuda a reducir la sensación de pesadez en las piernas y a mantener la circulación venosa normal. La vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos.
Antes de conocer estas rutinas, debemos conocer los motivos de este molesto síndrome. Por un lado, encontramos aquellos factores que no dependen de nosotros, como la herencia genética, la edad, los antecedentes personales, el estado hormonal o la forma del pie (el pie plano agrava el síntoma). Por otro lado, están los factores que sí dependen de nosotros y que debemos eliminar de nuestra rutina si queremos tener unas piernas sanas y fuertes: el sedentarismo, el sobrepeso, el estreñimiento, el uso de prendas de ropa demasiado ajustadas y las terapias hormonales.
Consejos para el síndrome de piernas cansadas
A continuación, desglosamos una serie de consejos para prevenir o aliviar el síndrome de piernas cansadas:
Mantener un estilo de vida saludable. La buena alimentación, baja en calorías y en sal, y el ejercicio físico (sobre todo aeróbico) te ayudarán a mantener tu peso adecuado, evitando que la presión de los kilos de más recaiga sobre tus piernas.
Evitar estar de pie mucho tiempo. Si tienes una profesión que te obliga a estar todo el tiempo de pie, evita usar tacones altos y cámbialos por otros de unos 3 o 4 centímetros. También debes realizar pequeños descansos cada hora y durante el almuerzo pon las piernas en alto para favorecer la circulación.
Evitar estar sentado mucho tiempo. Es igual de perjudicial estar ocho horas de pie que sentado. En este caso, levántate de la silla unos diez minutos cada hora y realiza pequeños paseos para ejercitar las piernas. En ambas situaciones, es importante usar medias o calcetines de compresión para activar la circulación.
Poner las piernas en alto al llegar a casa. Tras una larga jornada de trabajo, el dolor en las piernas puede ser insoportable. Por eso, si te tumbas y las pones en alto favorecerá la circulación y sentirás mucho más alivio.
Darse baños de agua fría. No es el plan que más apetece después de trabajar y mucho menos en invierno, pero si lo haces por las noches tus piernas te lo agradecerán. Para compensar los minutos de congelación, pide que te den un masaje con aceite.
Tomar Aquilea Piernas Ligeras. Después de haber puesto en práctica los puntos anteriores, complementa esta nueva rutina con dos comprimidos al día y siente tus piernas Aquilea Piernas Ligeras.
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