Cuando no conseguimos conciliar el sueño, o nos despertamos por las noches, intentamos buscar remedios para dormir bien como métodos de relajación u otras pautas que nos ayuden a mejorar la calidad del sueño. No obstante, a veces puede ser que nos despertemos exaltados por una pesadilla. Las técnicas mencionadas anteriormente son buenos remedios para dormir bien, pero hay técnicas más específicas que pueden ayudarnos a evitar las pesadillas recurrentes.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que las pesadillas son sueños con ansiedad. Durante el día vamos guardando una serie de emociones que se expresan a la hora de dormir: angustia y tristeza en el caso de las pesadillas y alegría cuando tenemos sueños agradables.
Las personas que están sometidas a mucho estrés son más propensas a tener pesadillas. Así pues, para evitar las pesadillas recurrentes debemos intentar evitar aquellas situaciones que nos puedan producir estrés.
Hay mucha gente que tiene la costumbre de llevarse el trabajo a casa, y eso es algo que no deberíamos hacer para llegar a la cama bien relajados. Si queremos evitar el sentimiento de inquietud durante la noche, las dos horas antes de acostarnos debemos realizar actividades totalmente ajenas a nuestra vida profesional y evitar el uso de la tecnología. Una buena opción es practicar algún hobby o diferentes técnicas de relajación. Tambien os recomendamos la lectura de un libro, Dormir natural, que podréis encontrar en la web www.fundacionestivillsueno.org, en el apartado DIFUSION-PUBLICACIONES. Encontraréis muchos consejos para dormir mejor.
Muchos adultos sufren pesadillas durante la noche. No obstante, estos episodios suelen estar más relacionados con el sueño de los niños. Entre un 10% y un 50% de los niños de tres a cinco años sufren pesadillas a la hora de dormir.
Normalmente, cuando un niño se despierta a causa de una pesadilla siente miedo porque recuerda perfectamente el contenido del sueño. A pesar de no ser una patología grave, si sucede con mucha asiduidad, el niño puede coger miedo a ir a dormir.
Hay tres pasos que podemos seguir para que el niño consiga dormir bien después de una pesadilla:
1. Ir y permanecer al lado del niño para que se tranquilice. Aunque debemos tener en cuenta no pedirle especificaciones ni darle demasiadas explicaciones. Simplemente estar con él.
2. No intentar buscar el por qué de la pesadilla, sino mencionar únicamente que fue un mal sueño. Debemos hacer que el niño vuelva a dormirse solo para que aprenda a dormirse sin que estén los padres.
3. Para que el niño se relaje y pueda volver a dormirse con facilidad, se recomienda llevarle un vaso de agua para que pueda tomar algún sorbito y, si es necesario, encender una pequeña luz para que se quede más tranquilo y pueda conciliar de nuevo el sueño a pesar de haber sufrido una pesadilla.
Estas son algunas de las técnicas que te pueden ayudar a evitar las pesadillas recurrentes. Hay investigadores que sostienen que los sueños están relacionados con la actividad cerebral, sin ningún factor psicológico. Es decir, una pesadilla puede ser una respuesta fisiológica. Por eso entre los remedios para dormir bien y evitar las pesadillas recurrentes, está el de seguir hábitos de vida saludables como realizar ejercicio, una alimentación adecuada y practicar diferentes técnicas de relajación.
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