Según afirman los expertos, hay que decir no al sedentarismo, quedarse en casa sin moverse no es la opción en ningún caso. Seguro que existe algo que todavía no has probado o que ahora puede despertar en ti las ganas de moverte. Recuerda: no valen las excusas del tipo “no tengo tiempo”. ¡Querer es poder!
Por ejemplo, algo tan sencillo como caminar o ir en bici son perfectos para mantener una vida activa. Son actividades que puedes realizar con la intensidad que desees, pero que te aseguran un mínimo diario de ejercicio que le irá muy bien a tus piernas, a tu corazón y a tu salud en general. Además, puedes plantearte si del trabajo a tu casa tienes una distancia asumible, porque entonces habrás encontrado la forma más saludable de ir a trabajar, y la más económica de ponerte en forma.
Correr es una rutina perfecta si tienes la suerte de vivir cerca de una zona verde o de una la playa. Es el lugar en el que todos los runners querrían entrenar; aire limpio, buenas vistas y un ambiente propicio para el deporte. Y si tienes perro, nada mejor que llevártelo contigo.
Si te gusta el mar, con la llegada del buen tiempo se te abre un mundo de posibilidades: nadar, paddle surf, windsurf, vóley y, por supuesto, caminar junto al mar disfrutando de la brisa marina.
Si el problema es el tiempo pero no te faltan ganas, tu mejor elección será un entrenador personal que se adapte a tu condición física, a tus horarios y a tus objetivos. Es una de las mejores opciones, pero también la más cara.
¿Dispones de una y media diaria? Pues te invitamos a probar las clases dirigidas de alguno de los gimnasios de tu ciudad. Son divertidas, variadas y te permiten trabajar el cuerpo de una forma muy completa. ¡Pruébalo durante un tiempo! Te aseguramos que muchos de los que prueban, repiten.
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