El salmón es uno de los alimentos más saludables del mundo, y esto es debido a lo nutritivo que es. Es rico en calcio, contiene minerales como el selenio o el magnesio, ácidos grasos esenciales, proteínas y además vitaminas B12 y B6.
Esta popularidad que tiene este pescado azul en los últimos años es gracias a ser beneficioso para el sistema circulatorio y para el corazón, debido a su alto contenido de omega-3. Gracias al ácido graso que contiene, endurece las arterias, baja la presión arterial y repara los tejidos. Por todo esto aleja la posibilidad de sufrir ataques al corazón.
Según la nutricionista Glòria Tamayo, el salmón también aporta un 18% aproximadamente de cantidad de proteína de valor biológico. Además, contiene yodo, que suele ser escaso en nuestra dieta, y vitaminas mayoritariamente del grupo B, A y D.
Por este motivo comer este pescado tiene un efecto sobre la salud ocular, la salud cardiovascular, el funcionamiento de las tiroides, el mantenimiento de nuestros huesos, entre muchos otros beneficios.
Además, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda incluir en la dieta de mujeres embarazadas 300 gramos de salmón cocinado a la semana. Ya que durante la gestación favorece el buen desarrollo cerebral del feto, incrementa su peso al nacer y previene la prematuridad, gracias al gran nivel de omega-3 que contiene.
De todos los pescados que tienen este tipo de beneficios, podemos decir que el salmón es uno de los alimentos más nutritivos y completos dentro de esta gran variedad.
Este pescado destaca por su increíble textura y sabor gastronómicamente hablando. Hay mil maneras diferentes y deliciosas de cocinar salmón. A la plancha, al vapor, al horno o asado. Siempre saludable al ser un pescado tan ligero. Podemos hacer mil unas recetas con salmón como salmón en papillote con espárragos y salsa de soja y miel, lomo de salmón con setas, salmón con escabeche de cítricos y quinoa o salmón a la naranja.
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