Las comidas de las celebraciones, y especialmente las navideñas, suelen ser fuertes, abundantes, calóricas, difíciles de digerir y con muchas probabilidades de producir acidez de estómago.
Y es que cuando nos reunimos en familia, las mesas se llenan de platos que aunque muy apetitosos, son una auténtica bomba para nuestro aparato digestivo.
Hagamos un repaso para saber a qué nos enfrentaremos y a tomar las medidas pertinentes.
-Algunos entrantes aparentemente inocentes como la cebolla, el pimiento crudo o la lechuga pueden resultar difíciles de digerir para algunas personas. Por si acaso, moderar o evitar su consumo sería una buena opción. Las hojas de berros, los canónigos, las espinacas o la rúcula son buenas alternativas a la lechuga ricas también en nutrientes y antioxidantes.
–Los alimentos ricos en grasas como los fritos, embutidos o las carnes rustidas tan frecuentes en las celebraciones necesitan más tiempo de digestión porque las enzimas que segregamos de forma natural para asimilar las grasas y las proteínas pueden no ser suficientes. Además, cuanto más tarda en acabar el proceso de digestión, más posibilidades tenemos de sentir ardor y sensación de pesadez. Si no se quiere renunciar al placer de estos bocados, reducir las porciones suele ser la mejor medida.
-En el capítulo de las frutas también hay que saber que algunas pueden acabar estropeando una buena celebración. Las personas que tienen la costumbre de tomarla después de una comida copiosa deben saber que los cítricos, el kiwi y los frutos rojos también pueden acabar produciendo acidez. Como recomendación para las ocasiones especiales, si la comida ha sido suficiente, es mucho mejor evitar la fruta como postre.
-Los turrones, los mazapanes y los polvorones tienen, en general, un elevadísimo contenido en azúcar y grasas saturadas que hacen trabajar a nuestro estómago de forma extraordinaria, ralentizando el proceso y provocando acidez cuando el alimento refluye hacia el esófago. Para evitarla habrá que volver a optar las porciones pequeñas.
En cuanto al café y a las bebidas alcohólicas, lo mejor también sería absetenerse pero como no suele hacerse porque un día es un día, nada mejor que saber moderarse.
Y si pese a las precauciones llega la sensación de acidez estomacal tras la comida o la cena, nada mejor que tener a mano los nuevos comprimidos Aquilea Antiácido. Ayudan a combatir la acidez y a evitar el reflujo a la vez que protegen la mucosa gástrica. ¡No los olvides!