El vientre es una de las zonas de nuestro cuerpo que no sólo tiende a acumular grasa, sino también a hincharse por problemas digestivos, de gases o de retención de líquidos. Si a esta tendencia natural le añadimos la fuerza de la gravedad y una falta de ejercicio que tonifique la musculatura, es fácil entender por qué esa zona es una de las que más cuidados requieren.
Tres son los factores que hay que saber controlar: alimentación, ejercicio y buenos hábitos posturales. Una alimentación equilibrada es clave; elegir bien los ingredientes nos ayuda de diferentes maneras: a limitar los excesos que después se puedan convertir en grasa y a evitar alimentos o bebidas que favorecen la aparición de flatulencias.
En cuanto al ejercicio físico también es fundamental. En ese sentido, los expertos nos aconsejan realizar una combinación de trabajo aeróbico (correr, bicicleta, etc) con abdominales. Ahora bien, parece ser que los últimos estudios ya no aconsejan hacer los típicos abdominales que se han hecho toda la vida, sino que proponen cambiarlos por los famosos ejercicios de plancha, más efectivos y sin riesgo para la espalda.
Puedes ver algunas ideas en este video, pero no olvides que la mejor forma de iniciar una rutina de abdominales consultando con un experto en fitness.
Respecto a la postura con la que habitualmente caminamos o nos mantenemos de pie, es muy importante tener en cuenta que la pelvis debe estar bien alineada con el tronco y la columna para que los músculos profundos puedan hacer correctamente su función de faja natural. Si caminamos con la pelvis hacia delante o hacia atrás y con la espalda encorvada, la barriga tiende a caer, adopta un aspecto abombado y acaba produciendo dolor de espalda. Lo mejor es aprender a mantener una postura erguida, con los hombros estirados y en línea con las caderas.
Como complemento a todas estas medidas, no está de más saber que muchas personas con tendencia a acumular gases toman después de las comidas preparados a base de plantas como el anís, el hinojo o la alcaravea por sus propiedades digestivas y antiflatulentas. Un truco ideal que además de evitar hinchazón en el vientre, ayuda sentirse mejor.