top of page

Dormir poco, ¿te hace engordar?

La falta de sueño afecta de manera directa y negativa a la salud de nuestro organismo y, además, afecta a nuestra mente y a la manera en la que afrontamos el día. No obstante, además de estas consecuencias, existe otra que hasta ahora no sabíamos si era un mito o una realidad: dormir poco engorda. 

Parece imposible engordar mientras se duerme (aunque sea mal) porque se supone que se queman calorías durante la noche o que al menos no ingerimos más porque mientras estamos en la cama no estamos en la nevera a ver qué cazamos. Aunque duela leerlo, la realidad es muy diferente. Tu rutina de sueño afecta directamente en cómo acumulas grasas y líquidos. Vamos a entender porqué. 

Mientras dormimos, nuestro cuerpo aprovecha para reparar huesos y músculos y producir sustancias necesarias para que al día siguiente podamos afrontar el día descansados y como nuevos. Durante las horas de sueño, los músculos se relajan, disminuye la presión arterial, el cerebro recibe más energía y nuestros ojos se limpian gracias a los movimientos oculares que suceden mientras descansamos. Pero lo que a nosotros nos interesa en este momento es qué hace el sistema digestivo cuando estamos dormidos. 

¿Por qué dormir poco engorda?

Pues bien, el sistema digestivo aprovecha tus horas de descanso para trabajar a fondo y conseguir un equilibrio entre las hormonas que inhiben y estimulan el apetito. En concreto, estas hormonas se llaman ghrelina y leptina. La primera es la hormona que genera sensación de estómago vacío, es decir, aumenta el apetito. La segunda es la encargada de inhibir la sensación de hambre, o lo que es lo mismo, reduce el apetito. Cuando dormimos poco y/o mal, este equilibrio no se lleva a cabo y la ghrelina acaba predominando. 

El resultado de este desajuste hormonal es que cuando nos levantemos vamos a tener sensación de hambre y no de verdura precisamente, sino de alimentos con azúcar. Además, la falta de descanso nos hará tener una mayor sensibilidad a la recompensa de comida, perdiendo el control sobre lo que ingerimos y lo que no y dejándonos llevar por la ansiedad. 

Asimismo, dormir pocas horas engorda porque nos despertamos más cansados y, por tanto, nuestras ganas de hacer ejercicio serán nulas, lo que repercute en un consumo energético menor. Dormir poco está directamente relacionado con los kilos de más, y es la pescadilla que se muerde la cola: si dormimos poco, tenemos más sensación de hambre (de dulces), lo que nos lleva a comer sin control. A su vez, como hemos dormido poco, estamos cansados y no tenemos la energía suficiente para hacer frente a nuestra rutina de ejercicio físico, por lo que las calorías extra que hemos ingerido, no las quemaremos y se acumularán en nuestro organismo. 

¿Cómo mejorar el sueño para no engordar?

No obstante, si llevas a cabo una serie de pautas, podrás luchar contra el insomnio y, por ende, contra el riesgo de obesidad. ¡Te las contamos!

  1. Haz cenas ligeras y variadas. Trata de ingerir verduras, pescado blanco, pollo o pavo junto con una fruta o un yogur para favorecer la digestión y haz esta última comida dos horas antes de irte a dormir. Irse a la cama habiendo ingerido grasas o demasiadas calorías afectará a tu digestión y acabará perjudicando tu descanso. 

  1. Evita ciertos alimentos, como el picante, aquellos que tengan mucha grasa o un alto contenido en proteínas. Por supuesto, ni se te ocurra tomar estimulantes como café, té, refrescos o alcohol. La digestión será pesada y no te dejará dormir bien.

  1. Ingiere alimentos ricos en vitamina B6 y magnesio, como el pollo o el pavo, las nueces, el plátano, el aguacate, las legumbres o los cereales integrales. Son necesarios para metabolizar el triptófano, un aminoácido que contribuye a la creación de serotonina y melatonina, esenciales para la inducción del sueño. 

  1. Haz ejercicio diario. Ya no solo para mantenerte en forma sino que, de esta forma, tu organismo se relajará cuando llegue la noche y te ayudará a descansar mejor. 

  1. Sigue una rutina diaria antes de irte a dormir. De esta forma educas a tu cerebro y asocia determinadas actividades a la hora de dormir. 

☝  En este post te contamos cómo conciliar el sueño de forma natural. 

Además, si te cuesta conciliar el sueño puedes ayudarte de Aquilea Sueño, un producto desarrollado a base melatonina, una hormona que interviene en el ciclo del sueño y que todos necesitamos para poder dormir. Además, está compuesto por extractos de valeriana, pasiflora, amapola de California para favorecer un sueño de calidad gracias a su fórmula en un innovador comprimido bicapa, especialmente estudiado para que sus ingredientes se liberen a medida que son necesarios, al principio del sueño y durante la noche.

10 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Cómo dormir bien durante el confinamiento

En estas fechas, poder dormir bien y descansar puede ser una tarea difícil para muchos. El sueño se compone de diferentes fases que ayudan a nuestro cuerpo a sentirse descansado y con energía al día s

bottom of page