Aunque sabemos que la celulitis es un problema que afecta a más del 90% de las mujeres de todo el mundo, no tenemos por qué quedarnos de brazos cruzados viendo cómo avanza y empeora día a día.
Con un poco de disciplina y sabiendo atacarla desde distintos frentes de forma simultánea, la lucha puede tener resultados visibles antes de lo que se podría esperar.
¡Veamos cómo hacerlo!
El ejercicio físico no puede faltar nunca, y mucho menos cuando el objetivo es mejorar la figura y el aspecto de la piel de naranja. Ejercicios adecuados entre 3 y 4 veces por semana durante un mínimo de 45 minutos, no sólo ayudan a quemar grasas, también contribuyen a estimular la circulación y a tonificar los músculos.
La dieta debe ser equilibrada ya que ayuda mejorar el aporte nutricional y a controlar el peso, siempre que sea necesario; no olvidemos que no todas las mujeres con celulitis tienen sobrepeso. Incluir habitualmente alimentos beneficiosos como frutas y verduras, muy ricas en vitaminas, minerales y fibra, es muy recomendable para la salud y la belleza de la piel. Por otro lado, evitar la comida basura nos librará de un exceso de grasas y azúcares, dos de los ingredientes más perjudiciales para quienes luchan contra la celulitis.
Beber unos 2 litros de líquido al día (entre agua, leche desnatada, infusiones sin azúcar y zumos naturales) contribuye a eliminar toxinas, un factor esencial cuando el objetivo es favorecer el drenaje y borrar progresivamente el aspecto de piel de naranja.
Conviene reducir el consumo de tabaco y alcohol, perjudiciales para el sistema circulatorio, y también el de sal, ya que un exceso puede aumentar la retención de líquidos.
Los masajes en las zonas más rebeldes y los cosméticos anticelulíticos también ayudan, del mismo modo que los complementos alimenticios a base de extractos de plantas y algas contribuyen a estimular la circulación y a reducir el volumen corporal. ¡Cada gesto cuenta para ganar la batalla! El truco está en utilizar todas las armas a la vez.