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Cómo afecta el envejecimiento al sueño

A cualquier edad se pueden sufrir trastornos del sueño, pero debemos tener en cuenta que a medida que vamos envejeciendo estos se van acentuando, afectando a nuestra calidad de vida.

Con el paso del tiempo nos cuesta más iniciar el sueño y, además, nos despertamos con más facilidad y frecuencia durante la noche. Estudios realizados en laboratorios del sueño demuestran que una persona de 60 años puede llegar a tener 150 breves despertares en una sola noche. A pesar de que por la mañana no se recuerden todas las veces que nos despertamos, se refleja en nuestro día a día y en nuestro estado de ánimo al día siguiente.

Estos mismos estudios también revelan que gran parte de las personas mayores de 65 años se levanta al menos una vez por noche.

Además de la evolución natural del sueño, existen otras causas que hacen aumentar los trastornos del sueño a medida que nos hacemos mayores.

Con el paso del tiempo es más común desarrollar enfermedades crónicas. El asma, la artrosis, la artritis, las enfermedades respiratorias y las cardíacas son las que más pueden afectar en la calidad del sueño de las personas mayores, así como la toma de medicamentos durante la noche.

También debemos tener en cuenta que las personas mayores tienen más dificultad para iniciar el sueño por la noche, pero tienen más facilidad para dormir durante el día. Esta es otra de las causas por las que el sueño se puede ver interrumpido por la noche.

La depresión es otra de las enfermedades comunes en la gente mayor. Esta puede llevar a las personas a vivir en un estado de desánimo que les lleve a abandonar todas las actividades de ocio y ejercicio. Además, un momento para pensar en los problemas y las preocupaciones es en la cama, antes de dormir.

Es por esto que es muy importante que cuando nos hacemos mayores no abandonemos ni el ejercicio ni las actividades de ocio, ya que movernos durante el día hará que durmamos mejor durante la noche. Si nuestra vida cotidiana se basa en estar en el sofá sin hacer nada, es muy probable que por la noche no podamos dormir.

Existen pautas que nos ayudarán a conciliar mejor el sueño y así, mejorar nuestra calidad de vida a medida que nos hacemos mayores.

Para adquirir una buena rutina de hábitos del sueño es importante establecer un horario para acostarse y levantarse, siempre a la misma hora. Como hemos comentado anteriormente, mantenernos ocupados durante el día con actividades de ocio que nos hagan mantenernos activos también nos ayudará a conciliar el sueño con mayor facilidad, y más aún si se realizan rituales de relajación antes de acostarnos. Un punto muy importante es evitar el alcohol, la cafeína y comidas copiosas durante la noche.

Si seguimos un estilo de vida activo y saludable cuando nos hacemos mayores, evitaremos la aparición de trastornos del sueño y conseguiremos aumentar nuestra calidad de vida. 

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