¿Sabías que algo que forma tan parte de nuestro día a día, como la alimentación, influye en el sueño?
Diversos estudios señalan que dormir bien está íntimamente relacionado con lo que comemos. Por este motivo, debemos cuidar bien qué ingerimos horas antes de acostarnos, ya que nos puede pasar factura a la hora de irnos a dormir.
Esta semana queremos hablaros de los alimentos que no deben faltar en la cena y facilitaros una serie de recomendaciones sencillas para conseguir un sueño reparador.
Pescados como el salmón o el atún contienen altas dosis de Vitamina B6, que nos ayudará a dormir mejor. También contienen esta vitamina las nueces, las zanahorias, las cerezas, las espinacas y los guisantes. En cantidad moderada, los hidratos de carbono como el arroz, la avena o el pan integral, son positivos, pues también potencian la segregación de serotonina y melatonina.
Por otro lado, los alimentos ricos en magnesio como las nueces, o el plátano, nos ayudarán a relajar la musculatura y evitar también las molestas rampas nocturnas.
Deberíamos eliminar cualquier rastro de alimentos o bebidas que contengan estimulantes como la cafeína o la teína, más tarde de las 19:00. Si nos apetece una taza con algo calentito, son grandes aliadas las infusiones o un vaso de leche. Añadir un poco de miel a la leche nos ayudará aún más a inducir el sueño.
Es conveniente elegir platos de preparación sencilla, al vapor o a la plancha, sin salsas ni muchos complementos. Deben ser comidas fáciles de digerir, bajas en grasas, como el pollo o el pavo.
Es aconsejable también cenar pronto, mejor antes de las 21:00, pues acostarse inmediatamente después de la cena facilita la aparición de acidez y puede provocarnos reflujo. De hecho, las comidas copiosas, los quesos y embutidos, las salsas y las frituras, pueden ayudar a la producción de acidez, que no sólo nos dificulta la digestión, sino que reduce la síntesis de la serotonina, favoreciendo la alerta e impidiendo dormir con facilidad.
Desde aquí te animamos a empezar a seguir estos consejos y nos despedimos. ¡Dulces sueños!